martes, 19 de marzo de 2013

Zumo de naranja.



Yo no pretendía enredarme entre tanto pájaro piador.
No era mi intención mirar y siempre sonreír.
No fue mi idea ser feliz a su costa.


Cierto era que sonreír estaba entre mis quehaceres diarios. Pero, no por alguien que no fuese yo.
   
 -Deja de soñar con esos ojos de búho, y tómate el zumo rápido que se le van las vitaminas.

De eso se trata, soy como él menos por el color naranja. Se me van las ganas, las fuerzas. En resumidas cuentas, se me escapan las vitaminas si no me toma rápido. Seré, y soy, un vaso lleno de desánimo, con toda la pulpa encima, sonriendo como si todo fuese bien, con buena cara a simple vista. Hasta que vuelva, y corriendo me tome pensando que todos mis rizos son propios, pensando que la humedad ha bajado y que ya no llueve. Creyendo que la curva de mi sonrisa es auténtica.

Al primer sorbo verás lo amarga que me volví. Y yo me quedaré, atónita por la sorpresa, por la llegada de tu boca. Me inundará otra nube de píos, creando más humedad, más rizos y más nudos en mi cabeza, por si los que tenía ya eran pocos.

  -¿Sabes? Así, al natural, estas mucho más guapa, recién levantada, con todos esos pensamientos negativos y esos rizos rebeldes que asoman por tu frente.
   -Tengo miedo.
   - ¿Miedo, a qué?
   -A ti, a tu sonrisa, a la mía. A que te canses de mis tonterías y mis días lluviosos. Y te marches en busca de alegría, de sonrisas sin lágrimas.
   -Tómate el zumo y déjate de tormentas, deja volar a todas esas tonterías. En cuanto menos nos lo esperemos me estarás proponiendo salir a disfrutar del arco iris de esos ojazos.

Y me besó y sonrió al mismo tiempo, sintiéndome afortunada por ese ‘nos’. Con menos pájaros que antes, aunque con los mismos pelos alborotados. Pero qué más da. Ya se irán con el tiempo.

Y de un trago se tragó mis lluvias y la mitad de mi zumo.

   -Mmm...amargo, pero natural. Sin azúcar, ni males. Cómo tú perfecta, como a mí me gusta.

Sonreí sin querer, queriendo. Embelesada en sus ojos, observándonos en segunda persona del plural.

Eso éramos: ‘nosotros’, y nadie más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario