miércoles, 20 de marzo de 2013




Esperando a cruzar, en un paso de cebra por el que no pasan coches. Nada ni nadie. Sin embargo, el semáforo lleva consigo su vestido rojo, advirtiendo que debo esperar, ‘tómate la vida con paciencia’.

Podría cruzar tranquilamente, sin miedos. Metiéndole mano, a la normativa de tráfico, por debajo de la falda. Pero que va, sigo esperando a que esos ojos verdes me permitan cruzar hasta tu abrigo.

La verdad, es que nadie me espera en casa para cenar. Puede que hoy ni cene. Sin prisa, tengo todo el tiempo por delante.

Espero a que todo surja de alguna manera poco calculada.

Para que cuando yo me decida a cruzar me atropelles con tus palabras. Para que colisionemos entre varios ‘¿Qué? y Nadas’.

Para caminar entre ‘el amor y otras chorradas’. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario