martes, 4 de diciembre de 2012

Tal vez con suerte

Así fue como decidió huir, sentir y escapar.
Decidió girar su suerte treinta grados norte,
hacía las tormentas y chaparrones
de un Diciembre indiferente. 

Se aventuró a volar, a volar alto, entre una nada y un algo aún ausente.
Vivía con ganas de un tal vez con suerte, 
sobreviviendo a las desconocidas ciudades que nada le otorgaban. 
Ciudades frías de densa niebla agridulce. 

Llamando al miedo prosperó su porvenir. 
No dudó al entrometerse en los asuntos de la fortuna.
Confiando en el tal vez con suerte, aniquiló al mal porvenir.
Cesó la tempestad, y el orgullo se rindió.
Así fue como aprendió a sonreír en mitad de la tempestad.




No hay comentarios:

Publicar un comentario