domingo, 4 de noviembre de 2012

Me enamoré de un desconocido

Me llegan imágenes de ti. Imágenes de paseos que no recuerdo haber vivido, conversaciones que no recuerdo haber mantenido. ¿Cómo la mirada de un desconocido puede crear tantos recuerdos en mi? No lo comprendo. ¿Nos conocemos de algo?. No te recuerdo pero me siento tan yo misma a tu lado, me siento tan confiada y segura, como si hubiésemos pasado juntos por miles de instantes. No sé ni cómo te llamas, ni cuál es tu color favorito, ni si te sientes herido por algún sueño roto. Vuelvo a recordarme que no te conozco, para asegurarme te vuelvo a mirar. De arriba a abajo. Nada, no me suenan esos ojos marrones, no recuerdo esa mirada que en estos momentos me analiza. ¿Intentas tomarme el pelo? Me acerco a ti, mi corazón desenfrenado comienza a latir tan fuerte que duele, mis piernas tiemblan como flanes. Sonrío como puedo, debes pensar que soy estúpida; o que eres realmente atractivo. No sé que me ocurre, sé que te conozco; o que al menos te conocí. Esto te sonará absurdo, pero siento que de alguna manera has formado parte de mi, de mi vida, y quiero decirte lo mucho que agradezco esta sensación. Sí a ti, a un desconocido. Un desconocido que tal vez sienta la misma curiosidad por mi, como yo por él.

¿ Sabéis? yo creo en el destino tanto como en las posibilidades. También creo que esos recuerdos pueden haber sido una visión de mi futuro. Y ¿sabéis que os digo? Que ya llevo tres horas con él y que cada segundo que pasa estoy más segura de que no es un desconocido cualquiera. Es mi desconocido, aquel que logró hacerme feliz con una torpe mirada; que ni iba dirigida a mi. Pero lo dicho, yo creo en el destino tanto como en las posibilidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario